La situaciónn laboral de los empleados de Ródano Tenerife del Puerto de la Cruz es realmente insostenible. En menos de un mes los trabajadores han protagonizado dos huelgas por impago de salarios e incumplimiento manifiesto de los compromisos adquiridos por la patronal de abonar las cantidades adeudadas. Lo cierto es que el titular de la concesionaria del negocio de hostelería de Pamarsa, Adán Concepción, ha tenido mala suerte o la responsabilidad asumida en su día le queda muy ancha.
Sin embargo, los sesteos y falta de agilidad mental de la anterior administración socialista propiciaron, el cierta medida, esta situación realmente desastroza y poco edificante para una ciudad turística como Puerto de la Cruz, dejando a casi un centenar de familia a merced de los lobos de la indigencia. La ruptura de negociaciones, el cerre precipitado de determinadas áreas del negocio sin contrapartida han llevado a un callejón sin salida a un empresario que, salvando su honestidad y honradez, podría haber incurrido en un exceso de buena fe o exceso de confianza en quienes han dado suficientes pruebas de ineptitud para regir los destinos de la ciudad.
El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz adjudicó en diciembre de 2006 la explotación de los servicios de hostelería y restauración de Pamarsa, mediante concurso público, a la empresa Ródano Tenerife, contra el pago de un canón de licitación de 9 millones de euros, por un período de 15 años. Las expectativas en la primavera de 2007 eran excelente, pero ya se advertía entonces de los riesgos de la operación municipal de soltar lastre en una empresa como Pamarsa aquejada por las deudas y en una situación económica crítica, con una deuda cercana a los cuatro millones de euros.
La "privatización" de los servicios de hostelería de Pamarsa (cafeterías del Dinámico de la Plaza del Charco, playas Jardín y Martiánez y Parque Taoro) implicaba la asunción de los casi 160 trabajadores, como así fue, pero lo cierto es que a 31 de diciembre de 2009, la plantilla cuenta con 65 empleados, lo que indica la magnitud de la reducción experimentada en tan sólo tres años.
El 9 de diciembre de 2009, los trabajadores se declararon en huelga para reclamar el pago de dos meses de sueldo atrasados más la paga extra de Navidad. Un compromiso de la empresa, acuciada por la precaria situación económica derivada del retraso de la administración local en abonarle la indemnización por el rescate parcial del negocio en playa de Martiánez y cierre por obras del restaurante del Parque Taoro, de pagar a finales del mes pasado las cantidades exigidas, dio lugar a la desconvocatoria del primer paro, que fue de sólo un día. Sin embargo, al vencimiento del mismo y ante la imposibilidad de cobrar, los trabajadores retomaron la huelga hasta el domingo 3 de enero de 2010.
En la reunión de hoy 31 de diciembre de 2009, los trabajadores solicitaron al alcalde, Marcos Brito, que disponga el adelanto de las nóminadas atrasadas y la paga extra, y que actúe de manera que se pueda rescatar definitivamente la explotación, ante los indicios de que la situación irregular no se resolverá.
Al mandatario local, le cabe, al menos, moralmente, atender a los antiguos trabajadores municipales, ahora en situación precaria, por problemas financieros de la concesionaria.
La reunión del 4 de enero de 2010 será clave para conocer la orientación de este conflicto que pone en duda la eficiencia en la gestión económica, ya sea por causas externas, crisis económica, ya sea por razones internas, administrativas.
Sin embargo, los sesteos y falta de agilidad mental de la anterior administración socialista propiciaron, el cierta medida, esta situación realmente desastroza y poco edificante para una ciudad turística como Puerto de la Cruz, dejando a casi un centenar de familia a merced de los lobos de la indigencia. La ruptura de negociaciones, el cerre precipitado de determinadas áreas del negocio sin contrapartida han llevado a un callejón sin salida a un empresario que, salvando su honestidad y honradez, podría haber incurrido en un exceso de buena fe o exceso de confianza en quienes han dado suficientes pruebas de ineptitud para regir los destinos de la ciudad.
El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz adjudicó en diciembre de 2006 la explotación de los servicios de hostelería y restauración de Pamarsa, mediante concurso público, a la empresa Ródano Tenerife, contra el pago de un canón de licitación de 9 millones de euros, por un período de 15 años. Las expectativas en la primavera de 2007 eran excelente, pero ya se advertía entonces de los riesgos de la operación municipal de soltar lastre en una empresa como Pamarsa aquejada por las deudas y en una situación económica crítica, con una deuda cercana a los cuatro millones de euros.
La "privatización" de los servicios de hostelería de Pamarsa (cafeterías del Dinámico de la Plaza del Charco, playas Jardín y Martiánez y Parque Taoro) implicaba la asunción de los casi 160 trabajadores, como así fue, pero lo cierto es que a 31 de diciembre de 2009, la plantilla cuenta con 65 empleados, lo que indica la magnitud de la reducción experimentada en tan sólo tres años.
El 9 de diciembre de 2009, los trabajadores se declararon en huelga para reclamar el pago de dos meses de sueldo atrasados más la paga extra de Navidad. Un compromiso de la empresa, acuciada por la precaria situación económica derivada del retraso de la administración local en abonarle la indemnización por el rescate parcial del negocio en playa de Martiánez y cierre por obras del restaurante del Parque Taoro, de pagar a finales del mes pasado las cantidades exigidas, dio lugar a la desconvocatoria del primer paro, que fue de sólo un día. Sin embargo, al vencimiento del mismo y ante la imposibilidad de cobrar, los trabajadores retomaron la huelga hasta el domingo 3 de enero de 2010.
En la reunión de hoy 31 de diciembre de 2009, los trabajadores solicitaron al alcalde, Marcos Brito, que disponga el adelanto de las nóminadas atrasadas y la paga extra, y que actúe de manera que se pueda rescatar definitivamente la explotación, ante los indicios de que la situación irregular no se resolverá.
Al mandatario local, le cabe, al menos, moralmente, atender a los antiguos trabajadores municipales, ahora en situación precaria, por problemas financieros de la concesionaria.
La reunión del 4 de enero de 2010 será clave para conocer la orientación de este conflicto que pone en duda la eficiencia en la gestión económica, ya sea por causas externas, crisis económica, ya sea por razones internas, administrativas.
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